Josu Chueca, testigo directo del primer asesinato.
40 ANIVERSARIO DE LOS ASESINATOS EN LA FIESTA DEL MONTEJURRA DE 1976
Buenos días, eguerdi on, bon día, bos días, bonos díes, compañeros/as.
La fiesta y reunión del Montejurra de
este año 2016 está centrada en el recuerdo del asesinato de los
compañeros Ricardo García Pellejero y de Aniano Jiménez Santos ya que se
cumplen 40 años de aquel ataque terrorista y asesino que sufrió el
Partido Carlista, que sufrimos los Carlistas, y que iba dirigido contra
el Pueblo Carlista.
Es una de esas “fechas redondas”, aunque
un tanto especial pues en Estella se formó una Comisión popular para
conmemorar el 20 aniversario de aquel ataque, y ahora, en el 40
aniversario ha renacido y ha vuelto a organizar actos en recuerdo de
aquellos asesinatos violentos, que vemos que no producen sino dolor y
retroceso en la convivencia social.
Fue muy doloroso para los afectados,
para el Partido Carlista, pero de Gandhi aprendimos que la paz es el
camino de la convivencia y del respeto. Como digo, es una “fecha
redonda” que nos da pie a escuchar el testimonio de algunos de los que
directamente sufrieron aquel ataque; no es que seamos masoquistas, ni
que pretendamos sacar algún tipo de provecho de aquella sinrazón. No lo
hicimos entonces, y ahora tampoco. Pero la verdad de lo sucedido aquel 9
de mayo de 1976 no puede quedar ocultada por las mentiras y
tergiversaciones de unos, ni por la desidia y el olvido de otros.
No fue una “pelea entre hermanos” como
dijeron los malhadados Fraga y Osorio; los que nos atacaron no eran
carlistas; eran franquistas, eran terroristas, como lo estableció la
Audiencia Nacional 27 años más tarde, en 2003, al reconocer como
víctimas del terrorismo a Ricardo y a Aniano, y obligar al Gobierno
central de entonces, del PP, a ese reconocimiento.
Los atacantes eran seguidores de los que
en 1937 fueron expulsados del Carlismo por su máxima autoridad
entonces, el Regente Don Javier, debido a que aceptaron el Decreto de
Unificación de Franco, debido a que cambiaron su lealtad. Y reos de la
misma expulsión se hicieron en 1976 los que con su presencia y “dejar
hacer” dieron cobertura, física e intelectual, a los agresores, mientras
no renieguen públicamente de aquellos asesinos, mientras sigan
prefiriendo la lealtad a la banda terrorista identificada como tal por
la Policía, según consta en el sumario judicial abierto por los “sucesos
de Montejurra”: C.Tradicionalista.
Porque el Carlismo, la Causa Carlista,
no es una cuestión personal, ni familiar; no es cuestión de quién es el
que ciñe la corona, un miembro de la Dinastía Legítima, o uno de la rama
isabelina. Si así fuera, la Causa Carlista la habría podido resolver el
Rey Don Carlos VII cuando le ofrecieron la Corona de España; pero él no
aceptó porque sabía, y reconocía, que el Carlismo no era una cuestión
de resolución de un asunto personal o familiar, sino que tenía que ver
con la situación de la mayoría social desposeída de la posibilidad de
una vida con una cierta autonomía, con sus condiciones de vida y con la
organización socioeconómica y territorial de la mayoría de los
habitantes de las Españas.
Los que aceptaron el Decreto de
Unificación de Franco no se comportaron así, sino que lo hicieron como
el que se arrima “al Sol que más calienta”, anteponiendo su beneficio
particular al de la mayoría; y así, luego se fueron a Estoril a echar
unos tragos con el bebedor y vividor aquél, y “a otra cosa mariposa”, a
lo suyo particular.
Lo importante no es la boina, ni su
color, sino lo que la boina cubre, y el líquido que lo riega y alimenta.
Aquel ataque terrorista de 1976 fracasó; su objetivo declarado,
“Reconquistar Montejurra”, se saldó con una huída; aquí sigue
Montejurra, donde estaba, y donde estará; y aquí estamos nosotros, que
no acostumbramos a “poner puertas al campo”.
Los Carlistas venimos aquí porque es un
lugar significativo en nuestra larga historia, porque nos inspira
sentimientos de respeto y piedad hacia nuestros mayores y predecesores,
porque nos inspira sentimientos de empatía y de compasión hacia nuestros
convecinos y compañeros de fatigas en la vida, y nos impulsa a
colaborar con ellos en la resolución y superación de los retos que nos
plantea la vida del día a día, y para facilitarnos la vida mutuamente
los que vivimos el presente, y facilitarles las cosas a los que vengan
detrás de nosotros con el fin de que la vida valga la pena de ser
vivida.
Ahora una referencia a la actualidad
política estatal; nos solemos quejar de que la única participación en la
política que nos dejan es votar una vez cada 4 años; bueno, parece que
ahora se estiran un poco y hacen una excepción, aunque no es por
generosidad sino por incapacidad, y encima, el que no gastó ni un Euro
en ninguna campaña electoral, el que hoy ocupa la Jefatura del Estado,
ha recomendado a los Partidos políticos que sea una campaña electoral
moderada en gastos, proponiéndose él mismo como modelo de eficacia y
austeridad, tal vez.
Hay que echarlos; hay que echarlos a
todos los que han estado en las instituciones en estos 40 últimos años,
porque se han servido de ellas para provecho personal, porque anteponen
su ego a los intereses de la mayoría que no disponemos de medios de
fortuna, a la mayoría que sólo tiene la fuerza de sus brazos y su
ingenio pero que, en muchos casos, no tiene ni posibilidad de ponerlos
en acción.
¿Qué podemos hacer?. Podemos salir a la
calle a protestar contra unas leyes que nos complican la vida, como la
Ley de Seguridad ciudadana (la “Ley Mordaza”), contra leyes que
empobrecen la Educación de los niños/as, y jóvenes, que menosprecian la
Cultura, que disminuyen el nivel de nuestra Sanidad, contra las
“reformas” del mercado laboral, declaradamente inútiles para acabar con
el Paro. Podemos dar nuestro voto de confianza a otra gente distinta que
gestione el dinero de nuestros impuestos de una forma distinta.
El modelo de Estado que padecemos está
hipertrofiado, es un mónstruo que impone las cargas de su mantenimiento a
los que no tenemos bienes de fortuna, porque los que sí los tienen se
los llevan fuera del País, a los llamados paraísos fiscales, única
nacionalidad y patria de la que podrían presumir, la única. Tenemos que
desmontar la maraña de leyes de este Estado para vivir una vida más
sencilla, más holgada, con sentido común y honradez individual y grupal.
Normalmente, por eso de que nadie
escarmentamos en cabeza ajena, andamos tarde; es la “condición humana”;
pero no es tan terrible; lo importante es que podemos rectificar,
podemos levantarnos y que así nos vean los que elegimos para
representarnos en las instituciones: de pie y atentos a qué opciones
apoyan con su voto en las distintas instancias legislativas o
ejecutivas.
Podemos apoyar con nuestro voto, por
ejemplo, a gente que esté en contra del TTIP (Tratado Interatlántico de
inversiones y comercio), que se sigue negociando en secreto entre las
multinacionales europeas y norteamericanas, bajo la capa de la Comisión
Europea y del Gobierno de Estados Unidos, y cuyo primer paso ha sido
dado en el Parlamento europeo, hace unas dos semanas, con una votación
favorable al blindaje de las empresas, de las grandes empresas, claro
está, de las multinacionales, que, así, podrán llevar a los Estados a
juicio ante un Tribunal “independiente”, que siga los dictados de la
Organización Mundial del Comercio, pero los Estados no podrán hacer lo
mismo con las grandes empresas. Los que han votado a favor de esto son
los que nos han traído a esta situación de precariedad.
El aún Gobierno del PP dijo que su
objetivo de déficit en el año 2012 era el que le marcaba la Unión
Europea, o sea, el 4´4%; cuatro años más tarde, el déficit de 2015 ha
sido el 5´1%; además, nos han subido el nivel de Deuda desde el 62% al
100% del PIB. ¿Cómo han gestionado ese Billón anual de Euros que
producimos más los 400.000 que nos han prestado “los mercados”?
A la vista está que mal porque la
situación socioeconómica no es buena; hay que echarlos; son unos
desgarramantas; han puesto al Estado español en el camino de los Estados
fallidos; ¿cómo calificar, si no, a un Estado que depende de la
inversión externa para su desarrollo, y que no es capaz de subvenir a
sus necesidades de funcionamiento?
Es el modelo de Estado liberal que nos
impusieron a sangre y fuego, que hoy acepta no tener un Banco Central
para financiar su funcionamiento, sus necesidades y servicios, y
depende, así, de la Banca privada, de los rentistas, de las
multinacionales, que utilizan el Estado como un instrumento de
dominación para exprimirnos a la mayoría social, a la Sociedad. Un
Estado arrogante con los débiles, y sumiso con los poderosos.
Porque no hay Estados que sean
independientes; a lo sumo, que tampoco, pero en fin, se podría decir eso
de los 5 países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU
que tienen derecho a Veto; todos los demás Estados son
interdependientes; pero esta interdependencia es tan asimétrica, tan
desequilibrada, que la gran mayoría han perdido el “inter” y han pasado a
ser Estados dependientes, Estados fallidos. No es nuestro modelo de
Estado ; el modelo nuestro es el que entrevieron los Reyes Don Carlos
VII y Don Jaime III: una Confederación de Repúblicas Sociales y del
Trabajo, de los grupos sociales intermedios, y de la subsidiariedad.
El Capital no tiene Patria (se suele
decir); tampoco la tiene el Trabajo, digo yo, pero hay alguna
diferencia: el Trabajo es una capacidad intrínseca del ser humano ,
transformadora de la realidad física y social, y creadora, entre otras
cosas del dinero mismo, del Capital; la gran mayoría tenemos que
trabajar para comer, para vivir; el Capital se concentra en pocas manos y
de ser una creación humana para facilitar los intercambios comerciales y
de servicios, se ha rebelado contra su creador, al que quiere
esclavizar; hay que corregir esta anomalía; hay que atar corto al
Capital.
El Partido Carlista no es una curiosidad
histórica, ni una reliquia del pasado, ni un objeto de museo; es una
expresión organizada de la Sociedad atenta y que levanta el brazo y la
voz para colaborar, voluntaria y responsablemente, en la consecución del
Bien Común y en defensa de la dignidad intrínseca del Ser Humano y su
debido respeto en la organización de la convivencia social, económica, y
territorial, en su caso.
Seguro que hay asuntos sin tratar ni
nombrar; para hablar de los mismos, y de todo, el Partido Carlista
dispone de una página en Internet, y una publicación en papel, El
Federal, que es deficitario, y el próximo Congreso, los días 25, 26, y
27 de noviembre tendrá que tratarlo, y la respuesta que se le dé no será
la misma si tiene un número, u otro, de suscriptores. Os animo a que
aumentéis ese número, a que visitéis la web del Partido en Internet, y
que colaboréis en los trabajos del Congreso.
Animo y adelante, compañeras/os.
Eskerrik asko, muchas gracias.
Un aviso: mañana, a las 7 de la tarde
nos vamos a reunir en torno al monumento que homenajea a las víctimas
del terrorismo, en la plaza del Baluarte, en Pamplona; hemos invitado a
la Presidenta del Gobierno, Uxue Barkos, que estará representada por la
portavoz del Gobierno, Ana Ollo, y el Director de la oficina para la
convivencia, Alvaro Baraibar, y también hemos invitado a la Presidenta
del Parlamento, Ainhoa Aznarez; asimismo, mañana a la mañana el
Parlamento votará una Declaración institucional contra el terrorismo, en
cuya elaboración hemos participado, y que será presentada por Geroa Bai
.
Y vamos a terminar como siempre, cantando el Gernikako arbola.




