25 sept 2020

La derecha sigue a lo a lo suyo, la guerra contra el Gobierno. La pandemia seguirá en auge...

 Inaudito, la Presidenta de Madrid quiere comparar Madrid con cualquier capital de España para la cuestión del confinamiento ¿Está en sus cabales? ¿Qué es eso de la "homogeneidad"? ¿Algo que ver con la Sagrada Unidad de España que siguen gritando los orates de su Partido? Esa gente que excluye de la condición de españoles a cientos de miles o a millones de compatriotas o de incluso seres humanos sin papeles a los que quieren negar el derecho a vivir. Y solamente porque ellos practican la santa religión de España superior a Dios y su madre si viniera. Lean en Carlismo Rebelde la filípica que les acaba de echar un ciudadano hablando de su falta de caridad y fanatismo.

 

 

Por hoy lo dejo, que seguiré. Hace muchos años que pretendo hacer humor con lo de sumarme a lo de los Enemigos de España y seguiré con ello porque no se merecen otra cosa que el ridículo de la Historia. Esa gente quiere apretar a los españoles más y mas a peor y cada vez peor a ver si surge un salvapatrias y nos convierte, entonces eso sí, en Venezuela, gracias a ellos. La Derecha y sus muertos de los que responsabilizará a los "rojos" como se ha hecho siempre. Los demás no importamos ¿Cuanta gente esta muriendo esta vez en las residencias a las que ya han cambiado la denominación para que la gente se confunda y no se dan cifras?



Caradeplata.


19 sept 2020

He dicho Gurb, no Glub...

 (Al Rescate de la Memoria Carlista propia y ajena1)

Joan Tarres

Agosto 2020

He dicho Gurb no glub (c/s respeto, dentro de la legalidad (al Emérito, y al de Parma, versión...)


 

 

Gurb era un extraterrestre que contemplaba asombrado desde las páginas de La Vanguardia y traducido por Eduardo de Mendoza (luego concretado en libro, Sin noticias de Gurb) las asombrosas peculiaridades del español medio cabrón y cuñado. Ahora Gurb es una revista digital que le da a todo lo que viaja a lejanas tierras como Dubai y otras cosas de las que me habla Ud. y yo no sé nada de nada (anticipo de la declaración del Rajoy imputado/testigo/lo que sea mientras se rie el misterioso M. Rajoy que nadie conoce, novísimo Fantomas español (que ya sabemos que no es Jean Marais ni sueños que se le parezca ni admire a Cocteau, si acaso a Jean Genet y al primo de Esperanza Aguirre de la empresa aquella de los tabacos de Filipinas)  salvo Bárcenas pero ese en frase cospedala anticipatoria es un delincuente y no hay que hacerle caso....).
Vean y sientan tristeza de ser españoles aunque ondeen banderas en el futbol y consuman cerveza patriótica andaluza.
 
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 Consuman Humor de donde sea aunque se cerrara el Punch hace muchos años. El Mad cerró el 2019. Aunque sepan que Dios no se rie, mejor leer El Nombre de la Rosa. Si se riera no sería Dios porque pasaría de un estado a otro distinto, no hay que ser teólogo para pensarlo, y eso por definición es IMPOSIBLE, SO TARUGOS. De ahí que cualquier texto que asuma una narración acerca de Dios en plan temporal secuencial con "antes" y "después" sea falso o solamente tenga una verdad poética pero no cierta. Eso es lo que hay. Pero mientras El y la Autoridad Competente aunque sea en forma de Elefante Blanco no se pronuncie, ríamos o sonríamos aunque sea con chistes tristes de Borbones, de Zarzuela o de Parma que ahora ya se puede elegir. 
 
El primer chiste serio que viene ahora es la carta de baja del Partido Carlista de 1980 de Carlos Hugo de Borbón Parma, ignorada por su hijo Carlos Javier de Borbón Parma y Familia R2. Vean inmenso humor y belleza sin parangón, universalmente comprendida de como se abandona Algo que se decía Amar y luego siete arribistas vienen y con tropa escudera y requeté refundada por el Comandante Jefe, Coronel o a lo mejor hasta Mariscal Sulpicio Motilla tocarnos las narices con capellán y trompetas desde antes de Villanueva de la Jara y con los Coros y Danzas (1,2,3... ¿Cuantos? de los Amigos de la Historia del Carlismo, Por no hablar de la Asociación 16 de Abril con eximios "legados pontificios" dentro del Partido Carlista, dedicados a lo suyo y más impunes que el Hombre de la Gabardina, que por si lo han olvidado eran dos al menos: Uno Sixto de Borbón Parma, el Otro... En las fotos del día de autos parecía buena la gabardina de Sixto, debía de ser de marca, a lo mejor era del atrezzo de Cantando bajo la lluvia o Los paraguas de Cherburgo, que todo podría ser. En todo caso, aquel día ni se mojó, ni le dejaron mojarse los cortesanos uniformados que le pusieron. Decían que eran "Requetés", igualito que los falsos de ahora. Pero mejor sonrían con el Español Ejemplar de Zarzuela, del que ha escrito un humorista que nos salvó del 23F para a cambio cobrarnos con lo de la Inviolabilidad, lo de comisionista presunto lo han puesto otros antes. Ya saben, los niños, los locos y los bufones, y a veces los borrachos (se cuenta que quien gritaba una vez Franco es un traidor por Estella alegó embriaguez ante una petición de condena judicial y el argumento de que solamente un borracho en España proferiría semejante grito contra el Caudillo...¿Lo ven?) que suelen ser los segundos, dicen las verdades.
 
 Y en caso de divergencia lean al coronel Martínez Inglés. Que ese es de verdad y no como los del falso Requeté que rodea en alguna foto a Carlos Javier de Borbón Parma que parece estar más... que el rey novio de Lola Montes... excelente pelicula, por cierto. No se entera de nada y por eso no se pronuncia sobre nada, ni sobre si mismo, no hay mas que leerle o escucharle, El solamente "es" Duque de Parma y Duque de Madrid y por eso mismo jura y rejura Fueros hasta en Andorra y lo que haya que jurar, hasta la declaración de Hacienda fuera de España, que para eso es "español" y "muy español", no por derecho que lo dejó claro el Emérito, sino por Graciosa decisión del Campechano y como hay que creerse las cosas decretadas si no hay sentencia en contra pues...
Caradeplata
 
NOTA IMPORTANTE:
Con distintos motivos quizá observen algunas diferencias con los textos publicados en el Foro del PCM del que se rescatan estas entregas ante la inseguridad de que se puedan consultar en el futuro dadas las circunstancias de dicho Foro. Y en todo caso mejor que estén en dos sitios que en uno, que ya sabemos que hay, seguramente fuera de Madrid y todavia vivo algún destructor de Foros Federales del Partido Carlista que oficialmente seguimos sin saber quien es. Y yo incluso sospecho que puede ser más de uno. En algunos párrafos puede haber también "añadidos" destinados a dejar más clara la comprensión de los textos. Es lo único que puedo hacer. En cuanto a fechas trataré de respetar las originales y si hay bloques de entradas también las respetaré según tengo costumbre y no como gentes bárbaras partidarias del hacha y antorcha que conocemos. Pueden escribir si lo desean aquí. Lo miraré cada semana.

reflexionacritica@gmail.com
No confundir con
reflexióncritica@gmail.com
que es de un dinástico pertinaz catalán.


 
 
 
 


 


Labordeta no se ha callado ni muerto

Publicada el 19/09/2020 a las 06:00

Era como esos viejos árboles batidos por el viento que azota desde el mar; era igual que su tierra, suave como la arcilla y duro del roquedal. Atravesó el tiempo dejando en los secanos su lucha total. Quería que le recordáramos como un árbol batido, como un pájaro herido, como un verano ido, como un lobo cansino, como un hombre sin más. No le tembló el pulso, solo la voz, siempre que puso sobre la mesa todas sus banderas rotas, las que rompió la vida, la lluvia y la ventolera de una dura derrota y de la que solo quedó un mástil desarbolado y unos jirones de tela rotos por el vendaval. Avanzó cumpliendo este camino, creciendo hasta el ocaso. Fue una de esas contadas voces diferentes que se cruzan en el alba buscando la verdad. Y en sus canciones retumbaban y seguirán retumbando siempre inciertas duras voces de desesperación pero sus pálidas palabras, al contrario de lo que nos cantó, no se perderán en la noche sin hallar solución porque siempre fue puente herido de abrazos detenidos por ver la libertad.

En estas líneas —hemos construido el párrafo anterior aprovechándonos de algunas de sus grandes canciones— sigue habitando José Antonio Labordeta, de cuya marcha se cumplen 10 años este 19 de septiembre. En estas palabras y en tantas otras que configuran un universo creativo único, apabullante e interminable que el paso del tiempo no ha logrado ni tan siquiera arañar.

Porque Labordeta no se ha callado ni muerto. Porque el abuelo —como lo llamaban desde mucho antes de serlo— sigue cantando, porque sus palabras siguen percutiendo, porque su atronadora voz sigue resonando en la Carrera de San Jerónimo, porque su imagen de hombre cabal, íntegro y honorable sigue proyectando una larga y alargada sombra bajo la que pueden seguir cobijándose todas las gentes de bien, porque realmente este somarda ilustrado, este aragonés libre, moderadamente triste y absolutamente escéptico nunca se ha ido.

Su voz rota, triste y amarga levantó a todo un pueblo en épocas oscuras en las que incluso resultaba difícil levantar la cabeza. De pocos hombres puede decirse lo que no es aventurado decir de Labordeta: que él solo reinventó un pueblo, que unas estrofas suyas reinventaron Aragón. Bien pudo ser él el autor de las palabras de Pablo Neruda cuando confesó que había vivido y escribió que "de estas tierras, de este barro, de este silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo". Dos canciones, dos simples pero infinitas canciones, ayudaron a delimitar las costuras sobre las que actualmente se asienta una tierra que durante demasiado tiempo se sintió invisible y abandonada, que vivió de espaldas a la vida, ahogada en su sequedad, derrotada en su victoria.

La primera, 'Aragón' (1974), marcó la frontera, el antes y después de un pueblo que había dejado de respirar; le devolvió la posibilidad de ser, de creer y de crecer: "Polvo, niebla, viento y sol, donde hay agua una huerta. Al norte los Pirineos, esta tierra es Aragón". Este quejido, que su autor escribió en 1970, logró que la sangre volviera a circular por un cuerpo antaño inerte que, ahora sí, quería ponerse en pie. La segunda, 'Canto a la libertad' (1975) —que dará la vuelta al mundo y se convertirá en un himno universal contra las dictaduras—, fue capital para que quien acababa de ponerse en pie, de levantarse, quisiera andar, quisiera volar, ser libre: "Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad". La suma de estas palabras, la música de estas canciones, marcaron la topografía de un pueblo que ansiaba existir y existir en libertad.

Pero sería injusto, además de falso, tratar de reducir la vida de José Antonio Labordeta a solo dos canciones, porque él lo ha sido todo en su tierra —una tierra a veces inhóspita con los suyos, como reconocía el propio interesado, donde nunca ha sido fácil destacar y sobrevivir para contarlo— y fuera de ella. Además de cantautor (24 elepés) y escritor (26 obras publicadas entre poesía, narrativa, viajes y memorias), fue profesor de instituto (Teruel y Zaragoza), inventor de periódicos (actor activo en la puesta en marcha en 1972 de Andalán, otro de los hitos en la reinvención de Aragón); periodista, articulista, analista político, político en activo (hombre cercano al PCE en las primeras elecciones democráticas, participó en 1976 en la creación del Partido Socialista de Aragón. Fue diputado en las Cortes de Aragón y en las de Madrid de la mano de la Chunta Aragonesista, partido nacionalista y de izquierdas que ocupó el hueco dejado por el PSA cuando éste fue engullido por el PSOE); también hizo sus pinitos cinematográficos y fue presentador y conductor de programas de televisión como España en la mochila.

"Yo creo que cada uno tiene sus fantasmas y lo que hacemos es darles vueltas sin cesar", solía decir. Sus fantasmas siempre han tenido nombre y apellido y siempre cantaron con él, escribieron con él, recitaron con él, sufrieron con él, respiraron con él, vivieron con él un día tras otro de su interminable existencia: la Guerra Civil, la derrota, la posguerra, la dictadura, su hermano Miguel, la libertad y Aragón, sobre todo Aragón, donde se funden todas sus derrotas y sus contadas esperanzas.

En 2000 llega al Congreso de los Diputados. Allí permanecerá dos duras legislaturas —la segunda de Aznar con el "No a la guerra" y los atentados del 11-M y la primera de Zapatero, con los rescoldos de lo uno y de lo otro— y aprende de primera mano lo que ya intuía, que "la política es una madrastra sin entrañas". Cae en el grupo Mixto, que, según cuenta en su libro Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados, era el lugar "de los sobrantes, los mitad vaca y mitad cordero y, en las noches de luna, ciudadanos agrestes dispuestos a defender con ahínco lo que siempre creímos que era justo. Casi nunca acertábamos". Fue un diputado trabajador, siempre dispuesto a defender aquello en lo que él creía, aunque supiera de antemano que iba a fracasar en el intento. Se hizo famoso, casi sin querer, cuando mandó "¡a la mierda!" a un grupo de diputados del PP que no paraban de increparle y de interrumpirle cuando, desde la tribuna de oradores, mantenía un debate con el entonces ministro Álvarez Cascos. "¿No se puede hablar aquí o qué? Coño, a ver si no puede uno hablar aquí. ¡A la mierda, joder! Estoy hablando con el ministro y no con ustedes. ¡A la mierda!".

"Avanzamos —escribió en Banderas rotas, libro de memorias publicado en 2001— dejando en las veredas y en los caminos, en los recuerdos y en las vivencias paisajes y paisanajes que el tiempo destruye, desvirtúa, y con ellos se nos van muchas esperanzas e ilusiones". Y va un poco más allá en el mismo libro: "Somos una generación complicada, porque, cuando fuimos jóvenes, el poder nos miraba como un peligro y ahora, ya mayores, el poder nos mira como un estorbo y un problema. Creo que lo mejor que podríamos aportar a la sociedad es nuestra paulatina desaparición".

Hizo de todo y todo lo hizo bien: con un compromiso ético de hombre de izquierdas y una honestidad, dignidad e intensidad incontestables. Siempre formó parte de esa "insólita cofradía de creadores pensativos, rebeldes frente a tanta opresión y tanta mediocridad", como recordó el catedrático y amigo Eloy Fernández Clemente cuando el cantautor recibió, el 23 de marzo de 2010, el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza. Pero sería asimismo injusto, además de falso, no reconocer que esas dos canciones, esos dos gritos, esos dos lamentos, y lo que representaron en su momento y siguen representando, todavía ahora magnifican, aún más si cabe, la vida y la obra del zaragozano más importante del siglo XX.

"Nací en Zaragoza en el año 1935 —dejó escrito el propio Labordeta— en el seno de una familia pequeñoburguesa e ilustrada. En mi casa igual se leía a Virgilio que a Lautremont. Tuve una infancia secretuda y llena de escondites donde guardaba mis ansias de ser un hombre. No fui un buen estudiante pero sí un buen amigo de mis amigos. De mi hermano Miguel heredé el ansia de escribir y de mi hermano Manuel el de cantar. De mi padre heredé los silencios y de mi madre las desconfianzas hacia el ser humano. Escribí versos, reí con mis amigos y el franquismo me puso la cara seria hasta tal punto que, durante unos años, olvidé de reírme… Un día me puse a cantar, pero nunca me lo tomé muy en serio porque estaba convencido de que ese no era mi oficio. Oficié en Andalán con unos colegas inconscientes y seguí convencido de que lo mío era pasear por las mañanas en la Zaragoza gusanera… Ahora solo me produce intranquilidad el fax. Lo demás, a mi edad, ya casi lo tengo todo controlado, menos la vida, naturalmente".

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Fernando Baeta es periodista