11 jun 2014

Por fin soy antiespañol, que alegria.





teniendo en cuenta la calaña moral y en ocasiones delictiva de los que me aplican por carlista y socialista el viejo epiteto franquista.

Carlista del Partido Carlista, no confundir con la reducida chusma de ultras que salen por ahi hablando de salvar España y que se mueran de hambre los otros. La Le Pen ha escrito de hacer una hornada con un artista de origen judio o sea que se les ve el plumerin a todos por mucha vida, familia y antiaborto que aparenten.

El caso es que yo ya tengo premio a mis desvelos de una vida en union de mis compañeros. Siempre suspirando por la certificacion policial y juridica de ser antiespañol para ser algo en un desierto de nadas universales con luceros e imperios pasados.

Lo confieso, que siempre he envidiado a la AntiEspaña que se murio con dignidad en el exilio imitando a los cientos de miles de exiliados del XIX, una AntiEspaña que pensaba con la cabeza y no abajo del ombligo como demostraron ampliamente otros. Entre la urna y la cama me quedo con lo primero para la gestion del pais, es solo una preferencia mental. Soy antiespañol porque odio el caudillismo y los hombres providenciales, se disfracen de chulapa o de neanderthal, invocando a los dioses para lo de siempre, que la aldea pague a los guerreros y a los que mandan y a los que rezan y que no trabaje ninguno, bueno, los que mandan tardan decadas en alumbrar leyes en parimientos malfingidos en medio del secreto y el pandemonium. Y los chamanes cambian de palabras y hasta de lenguas para contarnos siempre la misma leyenda del origen divino del gobierno sin limites de uno, sea con la fiereza en el pasado o como totem en la actualidad, a costa del miedo social.

Somos antiEspañoles, nuestros libros se venderan mas. Saldremos hasta en la television y hasta nos zafiara doña Esperanza la Fugitiva, que en eso de zafiar a la gente se ve Miss Madrid. Y si no encuentran lo que significa el verbo zafiar me lo preguntan y les contestare en otra entrega, que este pais esta para enterrar viejas palabras y constituciones en los cementerios civiles, porque de los eclesiasticos se nos escapa hasta el Cid como cuentan los historiadores y no vaya a ser que tambien.

Pero lo peor de todo en una AntiEspaña llena de antiespañoles desahuciados, arruinados, despedidos, parados, hambrientos jodidos por una fabra, suicidas, ladrones de toda laya, es que los antiespañoles de toda la vida ya no resaltamos, todos somos terroristas y AntiSistema para el Partido que dice que representa la mayoria absoluta y miente como un bellaco por muchas bocas, engañabobos del vulgo e incumplidores de todo. Vaya si arreglaron España, si hasta la mayoria estamos dispuestos a irnos de ella hasta en la balsa de  Saramago.

En fin, somos antiespañoles los que no estamos dispuestos a ser españoles soleados y adheridos como crustaceos a las carabelas roidas de las ideologias viejas, y explotadoras o simplemente falsificadas. ¿Me compraria alguien un Rubalcaba de firma?

Soy antiespañol y carlista, tal vez presunto terrorista incluso para los portacoces de la infamia que ademas de insultarnos no dicen nada. Y cuando el PSOE acepto el uso del vocablo terrorista para uso general la lio, que la Historia se lo cobre. Somos tantos los antis, diran que antiSistema tambien pero es falso. Tan falso como la España que esta mañana nos pinta un Presidente dado al divan y a los humos de la habanera nostalgica de los brigadieres. Ay Jardiel, si vieras esto...

Caradeplata,

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