Ha muerto un poeta
https://librujula.publico.es/ha-muerto-un-poeta-carlos-alvarez/
(Texto de Enrique Villagrasa)
El poeta Carlos Álvarez (Jerez de la Frontera, Cádiz,
1933-2022) ha desencarnado. Era de familia republicana y su padre,
capitán de la guardia de asalto, fue fusilado en julio de 1936 en
Sevilla, unos días después de estallar la Guerra Civil, por mantenerse
fiel a la República, cuando el poeta contaba unos pocos años. Unos años
más tarde, en 1941, la familia Álvarez marchará a Madrid con la clara
intención de pasar más desapercibida ante el acoso franquista. A partir
de los años 50 y habiendo ingresado en el Partido Comunista, en 1958 fue
encarcelado en la prisión de Carabanchel por su oposición al régimen de
Franco. Allí pudo escribir poesía que más tarde se publicará en el
extranjero. Esto fue así, pero hay más, pues: “Cuando voy en el metro,
muchas veces,/ me esfuerzo en estudiar en la mirada/ de los que me
rodean lo que quieren/ decirme con sus ojos abatidos”.
Su obra poética es una de las más destacadas para aquellos que nacimos
en los 50 del siglo pasado, a pesar de que sus libros fueron
publicándose con cuenta gotas, había poca tolerancia y no querían que
fueran leídos este ni otros poetas. De hecho su primer libro se publicó
en 1963 en una traducción al danés, Escrito en las paredes, en
Dinamarca, mientras él estaba encarcelado por razones políticas (reinaba
la dictadura franquista). Y el primer libro en lengua española, Noticias del más acá,
fue publicado en París, en 1964. Así pues, la poesía de Carlos Álvarez
ha sido siempre una extrañeza en el paisaje editorial de este país de
ellos, aun hoy, a mi pesar. Su poesía como protesta cívica y
disconformidad con las circunstancias fueron singulares en la poesía
española que se publicaba entonces. Este poeta jerezano siempre se
reafirmó en su discurso de protesta política, con una poesía neoclásica.
Y esta apuesta poética sigue siendo hoy más necesaria que nunca, a la
vista de lo que leemos en los periódicos y redes sociales, vemos en la
televisión o escuchamos en la radio: “La del no es una táctica
sencilla,/ según la convicción con que se entrega/ tu impulso a lo que
inicia: si se llega/ con nervio vacilante, (…)”.
En edición de José Luis Esparcia, la editorial Adeshoras publicó en 2016 en dos volúmenes la obra poética completa, con el significativo título: Los sueños, el amor, las intenciones (volumen I, con 496 páginas y el volumen II, con 518 páginas, el cual incluye un prólogo de Aurora de Albornoz)
y de ella Esparcia señala que el poeta “aprovecha su conocimiento del
ritmo y de la propia realidad para demostrar que las cosas, también las
poetizadas, son como son y no como otros tienen la intención que sean.
Quizás por eso termina su obra con luminoso e indiscutible verso, que
tanto dice de sus intenciones y de sus esperanzas: Pero la sangre sigue
siendo roja”.
A mí me sigue gustando mucho Reflejos en el Iowa River
(Orígenes, 1984), por lo de antiimperialista, tal vez, aunque la crítica
literaria y poeta Albornoz, mejor y más conocedora de la obra de
Álvarez que yo, escriba que “La campana y el martillo… es, sin duda, una
llamada a la imaginación del lector desde el mundo de imaginación
creado por el poeta. Pero –ya lo decía al comenzar- el
<<libro-juego>> es, ante todo un testimonio íntimo. Y, desde
luego, una muestra de que lo testimonial y lo imaginativo
no son términos contradictorios. De sobra sé que todo juicio de valor
es arbitrario, por subjetivo; mas no puedo renunciar a aventurar que en
este libro y en uno que, en cierta forma se le asemeja –Aullido de licántropo– está el mejor Carlos Álvarez”.
El poeta tenía claro que la poesía no sirve para cambiar el mundo;
pero sí puede ser un instrumento para crear en una persona (lectora,
añado) la necesidad de cambiar el mundo. ¡Leamos su obra y agradezcamos a
Adeshoras la publicación de la poesía de Carlos Álvarez! ¡Este y no
otro será nuestra mejor homenaje: leer su poesía! ¡Descansa en paz,
poeta!
Se confirma lo escrito por Javier Cubero de Vicente en su artículo.
Carlos Javier, entrevistado en un medio ultra y la entrevista publicada en el medio también ultra llamado Tradición Viva: https://www.tradicionviva.es/2022/02/08/entrevista-a-don-carlos-javier-de-borbon-parma/
Carlos Javier con el discurso de todos los “carlistas” en unión:
«Tanto la Real Orden de la Legitimidad Proscrita como la Asociación 16 de Abril, con las que estoy en contacto permanente, son instrumentos al servicio de los carlistas, sean quienes sean y vengan de donde vengan, para facilitar esa comunicación entre los carlistas y conmigo mismo». (sic)
Javier Cubero lo explica muy bien y lo deja todo meridianamente claro.